Después de más de una década juntos, la boda de Marina y Jorge era una fecha muy esperada y deseada. La ceremonia se llevó a cabo en el Museo del Traje. Aquí amigos y familiares se reunieron para celebrar la unión de una pareja muy querida. Este cariño se notaba en las palabras tan bonitas que les dedicaron, en los rostros emocionados, las lágrimas y las grandes sonrisas. Marina iba preciosa con un vestido a medida de tul y guipur y una impresionante corona hecha por Concha, su madre. Y Jorge se convirtió en un elegante James Bond de pajarita y traje negro.
Todo en esta boda fue especial. Cada detalle y recuerdo estaba confeccionado por ellos y sus familiares. Desde los centros de mesa o el photocall, hasta el ramo de flores silvestres que le hizo su mejor amiga, Rocío. Incluso los recuerdos para los invitados, un libro escogido y dedicado personalmente para cada uno con un marcapáginas pintado a mano porMarina.
Nos sentimos privilegiados por haber podido compartir y retratar esta boda, por lo especiales que son sus protagonistas, por lo bonito y emocionante que fue todo y por el cariño que nos transmitieron. Y es que, cuando le dedicas tanto tiempo y mimo a algo, se nota y se transmite en cada momento y rincón.
Os deseamos todo lo mejor.