Una finca en la sierra de Madrid fue el escenario perfecto para la boda Silvia y Sergio. Madrid y Almería se unían y lo hacían en una preciosa ceremonia en la que no faltó un solo detalle. Los novios pensaron en todo para que sus invitados estuvieran cómodos y disfrutaran en todo momento. Y es que en pleno verano, los sombreros, paipáis y tés helados eran tan bienvenidos como los abrazos y sonrisas.
Silvia estaba guapísima con el pelo suelto y un vestido de falda de tul. El look elegido por Sergio era elegante y cool con chaleco, pajarita y ramillete. Guapos los novios y guapos los testigos y damas de honor que les acompañaron al altar. Una boda llena de detalles a la altura de su historia de amor. Perfecta.